¿Por qué me cuesta perder peso? 5 razones por las que no lo logras

¿No logras perder peso a pesar de todos tus esfuerzos? ¿Haces dieta y ejercicio y aun así no consigues resultados? En este post te mostraremos algunas de las principales razones por las que no se da la ansiada pérdida de peso y te mostramos cómo corregir estos problemas.
1. Comes por estrés
El sobrepeso está muy relacionado con una mala alimentación, sobre todo, con ingerir cantidades excesivas de comida.
Al comer por estrés, lo normal es darse un atracón de comida poco saludable, y hacerlo de forma constante a distintas horas del día.
Lógicamente, nada de esto contribuye a tu pérdida de peso. De hecho, aumentará las probabilidades de que engordes, ya que estarás ingiriendo muchas más calorías, grasas y azúcares de las que necesita tu cuerpo.
Según estudios, como este, publicado en 2015, el estrés aumenta el riesgo de que desarrolles lo que se conoce como “hambre emocional”, una respuesta a los niveles elevados de cortisol (conocida como la hormona del estrés) que te produce ansiedad por comer, aunque no tengas hambre.
Básicamente, si lidias con mucho estrés, hay altas probabilidades de que termines comiendo de más por ansiedad.
Se trata de algo importante, pues la pérdida de peso se produce por el déficit calórico (cuando ingieres menos calorías de las que consumes en el día a día). Si comes por estrés, es poco probable que tengas el déficit calórico indispensable para bajar de peso.
Así que además de cuidar lo que comes y de ejercitarte —entre otros esfuerzos, tienes que tratar de reducir tus niveles de estrés.
Prueba a hacer alguna actividad recreativa (como ver una buena película), o dedicar un rato a algún hobby que te permita despejar tu mente. Será crucial para facilitar tu proceso de pérdida de peso.
2. No cuidas el tipo de alimentos que comes
Tener una dieta saludable no solo significa controlar las porciones que ingieres en cada comida, también tiene que ver con evitar comidas poco saludables.
Decenas de estudios han demostrado que el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados (como la comida rápida, el helado, las gaseosas, etc.) aumenta el riesgo de obesidad, y de forma considerable.
Los alimentos procesados y ultraprocesados suelen ser ricos en azúcar, grasas y tienen una alta densidad calórica, así que incluso si comes poco, es probable que le des a tu cuerpo más azúcar, grasa y calorías de las que necesita. Como resultado, aumentas de peso.
Y sí, incluso si te estás ejercitando o si estás tratando de comer más sano, si ya padeces de sobrepeso, y consumes a menudo alimentos ultraprocesados, te será difícil perder peso.
Por eso, lo ideal es que evites los alimentos procesados y ultraprocesados, aún más si estás tratando de perder peso y no lo logras.
3. Tus medicamentos no te permiten bajar de peso
Ciertos medicamentos, como algunos antidepresivos o píldoras anticonceptivas, pueden ocasionar que aumentes de peso.
En casos así, es muy difícil que logres perder peso mientras mantengas el consumo del medicamento que te causa el problema.
Lo ideal en este tipo de situaciones es que consultes con un bariatra que evalúe tu perfil y te plantee alternativas para que puedas perder peso sin tener que interrumpir otros tratamientos.
4. Te saltas tu dieta o cambias de dieta a cada rato
Muchas dietas requieren semanas o meses, dependiendo de la gravedad del sobrepeso, para empezar a dar resultados apreciables. Si cambias de dieta cada tanto, y nunca te apegas a ninguna por tiempo suficiente, es poco probable que pierdas peso.
Hoy en día es fácil encontrar todo tipo de dietas en las redes sociales, y aunque pueden sonar bien en teoría, debes mantenerte con una por el tiempo suficiente para ver resultados.
Y más allá de eso, es importante que tengas en cuenta que tu dieta debería ser definida por un especialista, ya que esta debe adaptarse siempre a tu situación de salud y tus objetivos. Solo así puedes evitar riesgos innecesarios.
Por otro lado, incluso si ya tienes una dieta establecida por un especialista (como un bariatra o nutriólogo), no funcionará si no te apegas a ella.
Recuerda, la pérdida de peso es un proceso largo, no hay resultados instantáneos, incluso con los tratamientos más eficaces.
Si quieres perder peso, debes ser consecuente con tu dieta.
5. No cambias los hábitos que causaron tu sobrepeso
Para perder peso, no todo se reduce a tu dieta, también debes cambiar muchos malos hábitos que causan el sobrepeso en primer lugar.
Muchas personas con obesidad, por ejemplo, tienen estilos de vida sedentarios, con poca o nula actividad física. Este puede ser tu caso también. Si es así, y te está costando perder peso, revisa qué hábitos en tu vida propician que engordes y comienza cambiarlos.
El tabaquismo, el sedentarismo y el consumo excesivo de bebidas alcohólicas son tres de los hábitos más problemáticos si quieres perder peso.
No hace falta que te sobrepases, puedes hacer pequeños cambios en tu día a día para desarrollar hábitos más saludables: como tomar las escaleras en lugar del ascensor, o caminar de un sitio a otro en lugar de tomar un taxi, o tomar jugo en lugar de bebidas alcohólicas en eventos sociales.
Parecerá poco, pero este tipo de cambios en tus hábitos pueden ayudarte a perder mucho peso y, además, te permitirán estar más saludable (algo igual de importante).
Ahí lo tienes, algunas de las principales razones por las que te podría estar costando perder peso. ¿Alguna de estas te ocurre? Si es así, ahora te es más fácil hacer los cambios necesarios para que consigas los resultados que sueñas.
Si has probado todo tipo de soluciones y todavía no consigues librarte del sobrepeso o la obesidad, ponte en contacto con nuestro equipo, valoramos tu caso GRATIS y te decimos qué te conviene para perder peso de forma definitiva.